Resumen: La herramienta más básica para la competencia emocional es la empatía. Los profesores no dan normalmente respuestas empáticas. Habitualmente dan consejos y dicen como hay que hacer las cosas sin tener en cuenta al alumno. Normalmente los profesores en su comunicación se dirigen de modo preferente al objeto (lo que se enseña) y no al sujeto (al alumno [o a los padres]). Este enfoque hace que la atención de los profesores a las relaciones quede limitada a los aspectos disciplinares. Adquirir herramientas para tener una atención al alumno, a las relaciones. La empatía necesita aprendizaje con esfuerzo, tiempo y practicas, muchas prácticas.
Desde hace ya bastantes años me dedico a la formación del profesorado buscando que adquieran competencia emocional. La herramienta más básica para esa competencia es la empatía y a tal efecto hacemos un ejercicio que son formular preguntas empáticas. A tal efecto utilizamos una clásica división de tipos de preguntas posibles, que se remonta hasta Carl Rogers. Cada respuesta de los profesores a una serie de situaciones de aula se clasifica según esos tipos de respuesta.
Aquí llega una constatación repetida durante todos estos años, hasta antes de ayer mismo en que lo hice por última vez. Los profesores no dan respuestas empáticas, salvo raras excepciones y en este caso las dan por intuición y por tanto aleatoriamente, no tienen un aprendizaje. Los del otro día eran profesores de infantil y primaria, es decir de niños hasta 12 años. Los anteriores eran profesores de ESO y Bachillerato, desde 12 a 18. No solo no daban respuestas empáticas, sino que ni siquiera sabían hacerlas una vez explicadas qué eran y cómo se hacen.
La respuesta más común es la de solución de problema, lo que implica que habitualmente dan consejos y dicen como hay que hacer las cosas sin tener en cuenta al alumno. La segunda respuesta más frecuenta es la exploratoria: búsqueda de datos, saber las circunstancias, obviamente antes de dar la solución. Ni que decir tiene que ambas respuestas parten del punto de vista del profesor: los consejos son como el ve las cosas, apela a su experiencia y aprendizaje y la búsqueda de datos procede de que el profesor los ignora (no de que el alumno los ignore). Como se ve con claridad ninguna de ambas es empática.
Yo no discuto que estas respuestas deban estar presentes en la comunicación de los profesores. Hay circunstancias que las hacen necesarias. El punto es que no exista en esa comunicación la respuesta empática. Esto quiere decir que normalmente los profesores en su comunicación se dirigen de modo preferente al objeto (lo que se enseña) y no al sujeto (al alumno [o a los padres]). Y también que realizan esa comunicación desde su punto de vista y no desde el punto de vista del alumno.
Que esas dos cosas sean prácticamente carentes en la comunicación de muchos ámbitos escolares dice que el alumno no tiene protagonismo en la educación, que sigue siendo considerado un sujeto pasivo al que hay que llevar adelante porque sino no aprendería. Además este enfoque hace que la atención de los profesores a las relaciones quede limitada a los aspectos disciplinares, a aplicar las normas de convivencia de los centros, pues se objetivan con facilidad. Los demás aspectos de las relaciones quedan al oscuro, es decir, actitudes de los alumnos, su motivación al aprendizaje, sus actitudes y capacidades especiales, y no digamos ya las diferentes situaciones emocionales que van presentando a lo largo de un curso, la situación de las relaciones dentro del grupo, el liderazgo, la influencia, etc.
Ni que decir tiene que esto que estoy diciendo aquí es objetivamente muy grave. El inicio de la reforma de la educación (que está en marcha) debes ser la capacitación del profesor y este debe tener atención tanto a la materia, a los contenidos, como a las relaciones, a los alumnos (y a los padres). Es decir capacitación real y efectiva, pedagógica y emocional de los profesores. Adquirir herramientas para tener una atención al alumno, a las relaciones. Realmente hoy día casi podemos decir que la materia, los contenidos son alcanzables y básicamente el profesor debe derivar a convertirse en un guía o un coach de sus alumnos que les lleve hacia la mejor potenciación de sus capacidades. Esta es la perspectiva de futuro.
Todo esto comienza con esa herramienta tan clave y tan básica que es la empatía, que necesita aprendizaje con tiempo, dedicarle esfuerzo y practicas, muchas prácticas hasta dominarla de verdad. Esta es la primera urgencia de la escuela hoy.
[…] lo que Antonio Esquivias dice en su blog: “Los profesores no dan normalmente respuestas empáticas. Habitualmente dan consejos y dicen […]