Resumen: Siempre se ha comunicado eficazmente comunicación corporal en todas sus posibilidades. El vínculo es para ella muy importante: elige en función de la fuerza del vínculo afectivo que percibe. Para ella son muy importantes objetos con los que tenga afecto

Voy a sacar algunas conclusiones sobre su comunicación, una vez que he hablado en una entrada anterior de su lenguaje. Hay una distancia mayor de lo que se cree entre comunicación y verbalización, es decir posesión de un lenguaje verbal, y en una niña de esta edad esta distancia se observa netamente.

Siempre se ha comunicado eficazmente. De un modo u otro siempre he terminado sabiendo que quería, y su madre y sus hermanos también. Poseía muy pocas palabras y sin embargo se ha comunicado y francamente bien. No solo consigue hacerse entender sino que sabe manejar tanto a mí, como a sus hermanos, para que hagamos lo que quiere. Es decir buena comunicación y buen manejo de las relaciones.

Hecha esa constatación hay que ver cuál es el «lenguaje» que utiliza, ya que posee muy pocas palabras. La contestación no es otro que la comunicación corporal en todas sus posibilidades: llanto, enfado, gestos de afecto (los besos ha tardado en darlos, no así caricias o abrazos). Y este lenguaje corporal es muy eficaz, y se percibe. Y me añado que me sorprende que no se estudie y aprenda más, pues es un componente constante de la comunicación, aunque nos dé la impresión de que el lenguaje verbal lo tape a partir del momento en que aparece.

Especialmente buen manejo de la atención hacia ella, algo en lo que pone interés y desde lo que se comunica. El vínculo es para ella muy importante. Sus relaciones van en función del vínculo afectivo. Es decir funciona desde el sistema emocional para establecer sus relaciones. Según la fuerza del afecto, vínculo, hay aceptación o rechazo. Los demás perciben con claridad este lenguaje del vínculo y lo respetan, y mucho. Si ella quiere estar con una persona, el entorno acepta esto, menos pequeños celos que hace surgir entre padre y madre y entre los hermanos por su aceptación o rechazo.

Lo matizo, yo no percibo rechazo emocional en Noor, ya he hablado específicamente de la ausencia de asco en ella, sino que elige en función de la fuerza del vínculo afectivo que percibe. Los más fuertes son los de su padre y su madre, después sus hermanos, de modo que si se siente insegura, va a meterse entre las piernas de quien tenga con ella mayor vínculo de los que estén presentes. Es decir emocionalmente no funciona desde el rechazo, sino desde la inseguridad-seguridad, que emocionalmente se encuentran dentro de la familia del miedo.

Esto funciona tanto para las personas como para las cosas. Para ella son muy importantes objetos con los que tenga afecto, por ejemplo los caballos que han sido sus muñecos desde muy pequeña (no ha tenido en realidad muñecas, sino unos cuantos caballitos). Siempre ha querido llevarse los caballos o diversas otras cosas a la escuela infantil, aunque enseguida comprendió, yo no tanto, que no podía meter los objetos en la clase y me los daba junto al chupete en el momento de entrar.

He de decir que para mí el chupete, que no ha cogido hasta el año y algunos meses, cumple esta misma función: es un elemento afectivo que le proporciona seguridad y contacto afectivo constante. Ella pone a tención a sus chupetes, los cuida, los lleva encima, etc.