El título del módulo en que tratamos la autoestima en el curso sobre la PRÁCTICA DE LA EDUCACIÓN EMOCIONAL EN INFANTIL, tiene precisamente este título: ME QUIERO CON MIS EMOCIONES Y REACCIONES. Esto precisa una explicación.

Con alumnos de mayor edad lo habríamos llamado directamente AUTOESTIMA. Sin embargo, a la edad de infantil, que son una madeja de sensibilidad, no se distinguen de sus sensaciones, que ni siquiera integran fácilmente para llamarlas emociones. Estamos ante una sensibilidad abierta a muchas posibilidades, viven las sensaciones aquí y ahora, y de una forma total. Es decir, viven la alegría y no piensan que se va a acabar, igualmente el enfado, lo viven de una forma total. Viven la emoción plenamente sumergidos sin tiempo.

Debido a este quedar sumergidos, les sucede que cuando sienten una emoción desagradable, no se distinguen del desagrado, de las sensaciones desagradables que lo integran. No se separan de su enfado lo suficiente para decir ahí está mi enfado, aquí estoy yo. Se mezcla quien soy yo y el enfado. Por ello si hay sensaciones desagradables, no solo se sienten mal, sino que incluso concluyen que son malos, se sienten malos ellos mismos. Es decir, comienza en sentir desagradable y acaba en soy malo.

Por eso una tarea importante del docente es que acepten sus sensaciones, sus emociones, que enfadarse no es malo, tampoco sentir miedo… Lo importante son ellos, que son más que sus sensaciones y emociones. Son siempre valiosos, aunque se sientan mal.

Así, poco a poco, se van dando cuento que una cosa es el enfado y otra ellos, que pueden seguir siendo ellos, ser buenos, aunque se sientan mal porque se han enfadado. Así se construye, se va construyendo paso a paso su autoestima de una forma positiva a base de aceptación, y por supuesto luego de gestión de esas emociones desagradables.

Por esto el papel más importante en la Educación Emocional no la tiene sencillamente realizar dinámicas, sea de autoconocimiento, de identificar emociones en los demás, de lo que sea, lo importante es la sensibilidad y la empatía del docente que sigue el crecimiento personal de cada uno de sus alumnos. Algo que como se ve comienza decididamente en Infantil