Trabajamos habitualmente como si sistema emocional y racional fuesen 2 mundos aparte y no tenemos en cuenta que conforman en su conjunto un solo mundo: la persona.
Un punto clarísimo de unión es precisamente la comprensión. Cuando comprendemos algo nos predisponemos favorablemente y todas las preocupaciones bajan instantáneamente con ese fogonazo que significa comprender.
Si comprendemos algo estamos dispuestos a poner esfuerzo, a afrontar dificultades, superar obstáculos. Comprensión y motivación van de la mano. Tan de la mano que sin comprensión la motivación se atasca. De nuevo razón y sistema emocional juntos, trabajando juntos.
Una manera de verlo desde el punto de vista contrario es entender que la incertidumbre genera desasosiego emocional. Un ejemplo, estamos esperando a alguien y no llega… nos enfadamos, nos ponemos nerviosos, atentos al reloj, … Desde el momento en que nos piden disculpas y nos explican el motivo del retraso, nos explican qué es lo que está sucediendo, las cosas varían radicalmente. Todo el enfado, y desde luego todos los nervios desaparecen. La incertidumbre es un estado emocional que pide comprensión, que pide explicación.
Muchas dificultades de las relaciones, que evidentemente son dificultades emocionales se resuelven en el mismo momento en que logramos comprenderlas. Una explicación a tiempo resuelve muchos problemas.
Bueno pues hasta las explicaciones necesitan lo emocional. La explicación a secas no es suficiente para generar comprensión, carece de fuerza. La comprensión se forma cuando juntamos explicación con empatía. Juntas explicación con empatía y la fuerza humana es enorme, nuestra actitud hacia la situación va a variar radicalmente. Si recibes la explicación distante, sin empatía, no generas comprensión.
Si la acompañas con empatía, la explicación del otro genera una fuerza enorme de acompañamiento, de cercanía. Uno explica, la otra persona comprende. Esa pareja tiene una fuerza inmensa para arreglar las relaciones, para generar motivación y acompañamiento.
Pero evidentemente no es cualquier explicación. Por mucha empatía que pongamos, la explicación nos tiene que encajar, nos tiene que cuadrar, y eso es una luz, un impulso que transforma la explicación en comprensión. No basta explicar, hay que entender. La razón interviene de modo decisivo.
Luego resulta claro que hay 2 elementos, racional y emocional, cuando ambos, en las 2 personas se ajustan, la fuerza de unión es inmensa.
La fuerza de la comprensión es enorme. Y es enorme para los 2, tanto para quien comprende, en quien genera motivación, acompañamiento, cercanía. Como en quien es comprendido, en quien genera autoestima, motivación, impulso,…
Se podría decir que la tarea de una buena inteligencia emocional es precisamente unir razón y corazón, entendimiento y emociones, elementos cognitivos y emocionales.
¿Qué piensas tu de la compresión? ¿Crees como yo que es una de las mayores fuerzas que tenemos? Me gustarían tus comentarios, especialmente si tu punto de vista es diferente.
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