Quería hacer un resumen de las ideas sobre el desarrollo de la empatía en los niños, porque me parecen muy importante para entenderlos y son cruciales para la actuación de los padres y docentes de infantil.

Podríamos decir que el niño hasta los 4-5 años (hablando de un modo general porque los casos particulares son muchos) es un egoísta estructural. ¿qué quiero decir con esto? Que la evolución les ha preparado para buscar su necesidad durante esos primeros años de desarrollo. Mientras el individuo no alcanza un determinado desarrollo, no ha llegado el momento para empatía.

Para el niño hasta esa edad lo clave es el vínculo con sus figuras significativas. Para mantener ese vínculo está perfectamente preparado. Ahí se mueve cómodamente, ahí exige lo que necesita sin tapujos, ahí se pone por delante de los demás y puede exigir un poco de comida que queda para el padre, aunque ya tenga lo suficiente o negar un poco de helado, sencillamente porque lo quiere para si. No le importa imponerse en los repartos, también con los demás hermanos u otros niños.

Más bien su idea es acaparar, acaparar y tener a la vista lo que necesita. Mi hija a los 3 años quería tener a la vista los helados que le gustaban mucho, sin tener en cuenta el calor.

La evolución les ha preparado para eso, es una etapa en que lo crucial es el desarrollo y todo es obtenido a través del vínculo de sus relaciones significativas, pero sin reciprocidad. Un niñ@ de esas edades no está para repartir aún y la naturaleza no lo tiene previsto.

Esto se ve también cuando se observa qué es lo que les mueve a ceder. Principalmente es no ver a su figura significativa enfadad@. De nuevo el vínculo: el temor a perder la figura significativa, que para el/ella lo es todo, es lo que le obliga a ceder, sin ganas. Es decir, cede por miedo cuando ve que está poniendo en peligro su vínculo. Herramienta por tanto que el padre, madre, debe utilizar las menos veces posibles, ya que lo que básicamente debe hacer es lo contrario: cuidar el vínculo y hacerlo seguro para su hij@, y lo mismo es válido para los docentes de infantil.

En resumen, por ejemplo, a los 3 años, el niñ@ tiene ya un repertorio de emociones bastante completo, tristeza, alegría, enfado, sorpresa, etc., pero aún no ha desarrollado la empatía, que es una capacidad que hay que educar y hacer crecer, pero esto no es posible hasta llegar como mínimo a los 4 años.

Me gustaría que hicieses tu comentario, sobre todo en relación a las repercusiones en el modo de relacionarse con los niñ@s a esas edades, tanto por padres como en la etapa de infantil.