Entrada escrita por Belén Ramón Pardo profesora de infantil  y pedagoga terapéutica de secundaria en el Colegio Luz Casanova de Usera, en Madrid

A veces los alumnos de infantil no saben comunicar con palabras lo que sienten. Los niños de 4 años, son muy egocéntricos y se enfadan entre ellos con facilidad. Pronto observe que había una carencia a la hora de expresar los sentimientos y cuando un compañero se ponía triste o enfadaba, el otro no sabía el motivo… lo cual dificulta en ciertas ocasiones la convivencia.

Así que se me ocurrió que durante una semana trabajáramos el monstruo de los colores, y cada día principalmente una emoción. La actividad era corta ya que enseguida se distraían, y la llevamos a cabo de la siguiente manera:

Lunes: alegría

Tras la asamblea veíamos el vídeo-cuento de El monstruo de los colores:

Como hoy es el primer día de actividad, y empezamos por la alegría,  hablamos de cosas que no ponen alegres, las dibujamos, luego algunos comentan su dibujo y pegamos estos dibujos en un globo, hoy durante todo el día vamos a intentar que todos estemos alegres.

 

Martes: tristeza

Volvemos a ver el vídeo, hoy hablamos de situaciones que nos ponen tristes, después realizamos una breve sesión de interioridad en la que tratamos al compañero con cariño y con gestos de amistad, ya que es la mejor forma de ayudar a los demás cuando están tristes.

Durante todo el día buscamos que nadie este triste y si lo está, primero le escuchamos, y después ponemos en marcha “el consuelo” con gestos trabajados en la sesión de interioridad.

 

Miércoles: enfado

Dialogamos sobre cómo nos sentimos cuando nos enfadamos, y que cosas nos enfadan. En numerosas ocasiones se enfadan con un compañero por un motivo, y vienen rápidamente a decírselo a la profesora, cuando ni si quiera le ha dicho nada al compañero con el que se ha enfadado, de forma que es esta ocasión trabajamos el dialogo.

Así que  hoy trabajamos el dialogo, y que lo primero que hay que hacer cuando algo nos enfada es decir “no me gusta que…”  así el otro es consciente. Es muy importante verbalizar lo que sentimos para que otra persona lo sepa, y en estas edades poner palabras a lo que sentimos en fundamental para que uno mismo lo sepa. Es muy difícil cambiar una acción si quien la realiza no sabe que molesta o enfada al otro. Esta estrategia será reforzada por la profesora cuando cada vez que vengan a quejarse por un comportamiento de otro compañero se le preguntará siempre “¿le has dicho que no te gusta que…?”

Por la tarde realizamos un bote de la calma para llevarnos a  casa, podéis encontrar los pasos aquí: 

Jueves: miedo

Vemos por última vez el vídeo del monstruo de los colores, compartimos aquellas cosas que nos asustan,  y llegado el caso podemos realizar un “repelemonstruos”  en nuestro caso como los miedos eran diversos, prometimos cuidarnos unos de otros para que estuviésemos a salvo.

 

Viernes: sentimientos en mi interior

Vemos la película de inside and out, vamos identificando que sentimientos son los que tiene la protagonista a lo largo del largometraje. Estratégicamente paramos la película en los puntos clave en las que aparece alguna de las emociones trabajada, y nombramos aquellos detalles en los que notamos que aparece dicha emoción.  (Identificación de las emociones)

Por otra parte también paramos la película en los que aparece un sentimiento y podría haber puesto en práctica alguna de las estrategias que hemos aprendido a lo largo de la semana. (Plan de acción para llenar una necesidad) Para ello es fundamental un visionado de la película previo por parte del profesor.

 

Posteriormente para evaluar el éxito de la actividad, habrá que observar si al menos en estos sentimientos trabajados a mejorado su forma de expresión y comunicación de los mismos.

Al final de la actividad puedo decir que ha sido un éxito, el trabajar sobre los sentimientos les ha entusiasmado y ayudado.  Ante las dificultades encontradas os propongo unas estrategias que a nosotros nos sirvieron para llevarlas a cabo:

– Tenemos un pasillo que una de sus paredes es todo espejo, y jugamos a poner diferentes expresiones faciales, en caso de no tener espejo también se puede hacer mirando al compañero. También vimos distintas fotos identificando según las cara que tuviese el personaje de la foto  “¿qué siente? ¿Por qué se puede sentir así?…”

– Por otra parte recomiendo realizar las sesiones con medio grupo, a forma de desdoble, ya que son actividades con mucho dialogo, y de esta manera facilitamos que todos participen y se expresen, ya que es uno de los objetivos que buscamos.

– Nunca sabemos que puede contar un niño sobre que le pone triste, le enfada o le da miedo, es importante al principio de la sesión crear un clima de seguridad y respeto ante los sentimientos de los demás, ya que de esta forma evitaremos situaciones inadecuadas.

– Para finalizar estaría genial tener el cuento de El monstruo de los colores en la biblioteca de aula para que posteriormente lo puedan volver a “leer”.

Espero que os sirva la actividad y que los niños disfruten.