Las emociones en la tercera edad: un apunte
Mi amiga Kenia Navarro me ha pedido algo sobre emociones en la tercera edad y he descubierto una laguna importante de este blog: no hay nada escrito sobre ese tema en el blog. Ciertamente nos hemos centrado en la etapa educativa, pero no deja de ser importante. Yo desde luego no tengo experiencia salvo la personal en el tema, pero me voy a atrever a hacer un apunte esperando que si alguien me lee y es especialista y tiene experiencia en el tema se anime a colabora conmigo en el blog. Primera idea: es una época en la que la inseguridad va creciendo, esto hace que la persona vaya progresivamente viendo crecer el miedo (como emoción básica): a la pérdida de salud, a la pérdida de habilidades, a la seguridad con que antes hacía las cosas, etc. Con el dinero, en vez de funcionar, como podría pensarse, teniendo en cuenta, objetivamente de sus posibilidades y, por ejemplo, en un caso en que una persona tenga un buen patrimonio y una buena pensión, y cualquier observador externos juzgaría que tiene de sobra y que gaste para vivir bien, el anciano no, se hace conservador, si no lo justifica para sí mismo lo hace “para garantizar el futuro de los hijos”, en resumen, no quiere gastar aunque pueda. Su sentimiento le hace juzgar desde su vida (ese es el papel de las emociones) y en su vida ha crecido el miedo, la preocupación, la inseguridad, ha perdido facultades y siente que no domina la situación y el futuro como antes. […]