Entrada escrita por Catalina López Zuluaga, escritora y periodista, alumna Montessori y de la Universidad Pontificia Bolivariana. Casada desde hace 10 años y madre de dos preciosos hijos de 8 y 5 años.
En estos nuevos tiempos, la tecnología parece dominar nuestro mundo, estamos todo el día mirando una pantalla, resolviendo problemas, trabajando y estudiando, parecemos robots y no dejamos ningún espacio libre para interactuar como seres humanos, como sociedad y como familias, hemos perdido el calor humano dado por las emociones, por esta razón creemos que es muy importante que aprendamos a dar énfasis a los sentimientos y transmitirlo en el núcleo familiar.
Para los niños sobre todo, la educación emocional supone el desarrollo de sus mejores cualidades humanas, cuando una familia es estable y armoniosa, aumentan las probabilidades para que nuestros hijos se conviertan en personas amables, consideradas, y tolerantes capaces de tener empatía con otros y tener más amigos y formar una cálida familia que los haga felices.
Los conflictos familiares, las peleas y la falta de consideración de los padres hacia los hijos, crea un ambiente hostil en donde los pequeños no saben desarrollar las emociones, sino que se maduran los sentimientos de rencor, dolor y odio, emociones desadaptativas difíciles de gestionar y que lo apartan de otras personas.
Guía para la desarrollar la inteligencia emocional en una familia
En principio es súper importante que los padres tengan conciencia de sus propias emociones y como las exhiben frente al resto de la familia y sus hijos, para ello se recomienda la reflexión y la meditación, con la reflexión puedes hacerte preguntas a ti mismo acerca de tus sentimientos, el por qué se manifiestan, el cómo la expresas y lo que puedes hacer para mejorar una conducta que se considera negativa para los que te rodean. La meditación por otra parte, además de relajarte, te permite concentrarte en las cosas positivas y dar un buen ejemplo a tus hijos acerca de cómo gestionar las emociones.
En segunda instancia es necesario que enseñes a tus hijos a gestionar sus emociones y canalizarlas de forma positiva, para ello tienes que dar el ejemplo y conversar abiertamente acerca del tema desde que son pequeños, al mismo tiempo puedes ayudarles a que racionalicen sus acciones y se conozcan a sí mismos a través de preguntas básicas que se hagan a sí mismos como: ¿Qué siento? ¿Por qué me siento así? ¿Cómo debo reaccionar? ¿Estoy lastimando a alguien? ¿Qué puedo hacer para sentirme mejor? Etc. Estas preguntas puedes hacerlas tu primero y no debes reprenderlos si la emoción es negativa, sino decirle que es aceptado sentirse mal mientras no dañes a los demás que no tienen la culpa.
La aceptación de uno mismo y el cultivo de la autoestima debe ser una prioridad en tu plan de educación emocional, así como el encontrar una vía de desahogo cuando las emociones son muy fuertes y difíciles de manejar para los pequeños, muchos recomiendan descargar energía con actividad física o buscar una tarea que requiera concentración.
Actividades que puedes practicar junto a tus hijos para aumentar la conciencia emocional
- Dibujar caras con expresiones diferentes que reflejen cierta emoción.
- Mantener un diario de emociones y acciones que ayuden a desahogar la presión y al mismo tiempo se concienticen las acciones que se han tomado.
- Practicar con el rostro frente al espejo las diferentes emociones, esto es ideal en los niños para que reconozcan más fácilmente cuando otra persona y ellos mismos están teniendo un fuerte sentimiento.
- Imitar ciertos sentimientos para que el resto de la familia lo detecte y de una razón por la cual una persona podría sentirse de esa manera.
- Leer cuentos con fábulas y al mismo tiempo hacer pausas para preguntarle a tus hijos acerca de los sentimientos que están experimentando los personajes.
- Pedirle a tus hijos que sean considerados con sus amigos y maestros y que te cuenten lo que sucede en sus vidas, cuáles son los sentimientos que observa a diario y cómo podrían ayudar a mejorar el clima emocional.
- Todo lo que tenga que ver con la música despierta el área del cerebro encargada de regular las emociones, escucharla o bailar son excelentes hábitos para gestionar las emociones.
- Compartir tiempo en familia con actividades divertidas para todos, puede ser con juegos de mesa o excursiones al aire libre, esto fomenta la buena convivencia, la comunicación y la tolerancia.
- Demuestra el amor hacia tus hijos con el contacto físico, los abrazos, las caricias y los besos tienen innumerables beneficios psicológicos que dan seguridad y apoyo a tus hijos para saberse amados y poder manejar mejor sus emociones.
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