Desde hace un tiempo me estoy fijando en cómo Noor elabora su identidad, es decir llevo tiempo percibiendo que para ella la propia identidad es un asunto importante, que necesita recibir del entorno elementos de valoración personal.
Primero debo decir que todavía no utiliza el “yo” para referirse a sí misma, utiliza “mi” con preferencia y otras veces Noor como si se refiriese a una tercera persona. Me da la impresión de que la idea de “yo” necesita tiempo y una fuerte elaboración personal.
El primer elemento donde he visto claramente una necesidad de autoafirmación es en que Noor tiene que ganar los juegos en que participa. Además transforma en competencia elementos cotidianos. Por ejemplo llegar al portal de casa viniendo del colegio o de algún otro sitio lo transforma en una carrera, carrera que tiene que ganar ella y se enfada si la adelantas.
También jugar a las cartas con un sencillo juego que me inventé y que he jugado con ella varias veces desde hace varios meses, se transforma en algo que tiene que ganar y para ello se hace con el control del reparto de cartas, no teniendo problema alguno en buscar y seleccionar para sí misma las cartas mejores. Poco le ha importado que la llamase tramposa, ella tiene que ganar y solo con dificultad acepta que otro, aunque sea su padre, gane.
Otro elemento es que ella le ha dado mucha importancia al hecho de cumplir 4 años, para ella significaba hacerse mayor, y ser mayor es importante para ella. Tanto ha sido así que lo he utilizado como argumento para que dejase el chupete, ya que le estaba costando dejarlo, bueno realmente estaba muy apegada a él y no había modo de que lo abandonase. Sin embargo el día que cumplió 4 años ella misma tiró el chupete a la basura: ya era mayor y solo los bebes utilizan chupete.
«No quiero la cuna, quiero una cama, ya soy mayor». Estas han sido otras frases que ha utilizado los últimos meses hasta que le he cambiado la cuna por una cama, con la que ahora está muy contenta porque es “su” cama.
Hay otros muchos momentos en que ella tensa la situación para recibir esa valoración de lo que hace. Por ejemplo cuando quiere ver un programa de la televisión y pugna para hacerse con el mando de la televisión. De pronto resulta un tema importantísimo para ella, tanto la pugna sea con un hermano o con su madre o padre (normalmente en esto más el padre, la madre le cede). He de decir que me gusta ver que pelee decididamente por algo que considera suyo y no se pliega sencillamente a las imposiciones de los mayores. Al hacerlo me da la impresión de que se siente segura y que puede precisamente afirmarse. Por ello he llegado a la determinación de llegar a acuerdos con ella, negociar y no imponer, porque siento que este negociar la respeta más y además introduce el elemento de respetar también los deseos de los demás, es decir la hace protagonista y no participante pasiva en algo que hacen otros y que ella no decide.
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